domingo, 29 de diciembre de 2013

Colorín colorado

Sin darme cuenta el último día en Antena 3 ha llegado y pasado de largo. Aun no me explico cómo ha podido ser tan rápido. Todo lo que tenía pensado para disfrutarlo se ha quedado atrás en un espacio imaginario del que nunca podrá escapar: salir bailando de la tele, conocer a Matías Prats, recomendarle a Susanna Griso el capitulo 5 de Black Mirror, convertir Diarios de Sastrería en una webserie... Todo son proyecciones infinitas que me ayudaron a seguir hacia delante entonces pero que quizás hoy no tengan sentido.

El vasito tematico se ha tragado grandes títulos como "la dieta del carrito", "espionaje de cajones", "la maldición del estudio 10", "la prueba de la marmota" y el maravilloso thriller "Patri y el bogavante". Tantas y tantas historias por contar y yo sin días por delante.

Hago balance de mis últimos cinco años, los mas importantes de mi vida, y me doy cuenta que no tengo nada que ver con la niñata de 22 años que aterrizó alli por casualidad. La Ali de hoy es más dura, más decidida y más segura de si misma. He aprendido tantas cosas sobre el mundo y sobre mí que sólo puedo pensar en lo afortunada que he sido por haber dado con este sitio y esta gente.

Cuando piensas en despedirte se te ocurren mil cosas que dirías a cada una de las personas que ha compartido batallas contigo, pero en el cara a cara acabas callando por no provocar(te) llantinas innecesarias y poco glamourosas. Me llevo amigas, compañeras e incluso adquisiciones familiares que no se librarán de mi tan fácilmente.

Paz: eres tan grande que no hay palabras en el mundo que te hagan justicia. Me adoptaste cuando llegué y me ayudaste tanto que para mí eres parte de mi familia. Gracias por confiar en mí cuando nadie lo hizo y por ayudarme a entender el complicado mundo de Antena 3. Espero que siempre sigas en mi vida.

Patri: gracias por todo lo que me has hecho reir. Eres sencillamente genial y estoy convencida de que la suerte te sonreirá pronto porque lo mereces más que nadie. De tí me llevo muchas cosas, pero en especial una fascinación absoluta por tu capacidad narrativa: cuando nos cuentas una historia, nos dejas a todas embelesadas con tu relato. Gracias por ser como eres.

Cris: verte en acción es un espectáculo. Llevas la creatividad dentro de tí y ha sido fabuloso poder estar cerca y aprender tanto símplemente observándote. Tienes una sensibilidad maravillosa con las personas, y aunque me costó entenderlo al principio, eres muy especial. Gracias por haberme dado la oportunidad de conocerte.

Sandra: tu ciclo parece que acaba con el mio y que te esperan grandes aventuras tras la puerta de Antena 3. Estoy segura de que conseguirás lo que te propongas porque eres una luchadora nata. Gracias por tu amistad, también me la llevo conmigo.

Maria José: creo que de todas las personas que he conocido en sastreria eres la mas luchadora. Peleas por un lugar que mereces desde hace mucho tiempo pero con una sonrisa y un buen talante que ya me gustarían para mí. Eres la estilista más versátil que conozco y estoy segura de que tarde o temprano conseguirás lo que deseas. Tiempo al tiempo. Gracias por tu comprension y tu paciencia conmigo.

Carmen: eres sentimiento puro, una mujer transparente y pasional. Tu vida no está siendo sencilla últimamente y deseo de corazón que todo se vaya solucionando. Te mando mucha fuerza. Gracias por las peticiones del oyente y las risas que nos hemos echado sobre la mesa de corte.

Pradito: genio y figura, protagonista de las historias más rocambolescas de sastrería. Eres una gran persona con un gran corazon y te agradezco todo el cariño y el apoyo que me has dado aunque no hayas pasado tanto tiempo allí. ¡Solete!

Beni y Gema: supongo que en esta historia sólo nos tocaba cruzarnos y pasar de largo. Deseo que todo os vaya bien y que los nuevos tiempos sean buenos para vosotras también.

Antonio: mi otro gran apoyo en Antena 3. Eres una gran persona, un compañero fantástico y un maravilloso conversador. He disfrutado de cada minuto contigo. Estoy segura de que si nos hubieramos cruzado fuera de Antena también seríamos amigos. Admiro tu calidad humana y la forma que tienes de desempeñar tu papel como coordinador sin perder el sentido del compañerismo.

Y a todas las personas que me dejo fuera, que son muchas, gracias por vuestro apoyo y cariño. Me voy feliz y sintiéndome muy querida. Os deseo de corazon que todo os vaya bien, que afronteis los nuevos tiempos con mucha fuerza, y que seais muy felices.

Colorín colorado, este blog ya se ha acabado.

martes, 17 de diciembre de 2013

El día que decidí dejar Antena 3



Hubo un tiempo en el que todo era difícil y oscuro, en el que la falta de sueño y apoyos dentro de sastrería hacían de cada día una espiral infinita.

Yo jamás había imaginado mi futuro en un lugar así. Esperaba acabar de guionista en una serie, de becaria en alguna redacción o grabando documentales por el mundo. ¿Quién podia imaginar en mi más tierna facultad que acabaría siendo parte de las perchas, de los alfileres y de las interminables filas de ropa?

Una se atreve a soñar, pero bajito. Con la que está cayendo, hemos perdido el derecho a quejarnos y la capacidad crítica, sustituyendolos por un conformismo homogeneizador que no me sentaba nada bien. ¿Qué pasa si, aunque sea un regalo el trabajo, no quiero estar aquí? ¿Por qué no puedo aspirar a trabajar en algo que me guste, para lo que me haya formado?

Pero la inercia y el instinto de supervivencia te atrastran hacia adelante. Cuando te quieres dar cuenta han pasado cinco años y la sastrería es tu casa. Aquellas que te miraban con desconfianza cuando entaste, hoy son parte de tu familia. Tienes los cajones llenos de telas y trastos, y tu mono de flores sigue sin terminar.

Y llegan los colonizadores, la gente de La Sexta, igual de perdidos que tú cuando entraste. Alucinan con la burocracia de Antena y con el sistema protocolario que se debe utilizar hasta para pedir un bocadillo. Aún no conocen su encanto pero te sientes feliz porque sabes que pronto lo harán.

Hoy siento que se ha cerrado el ciclo y que soy libre para volar y explorar otros lugares y otras gentes. No se si bajo mis pies está el suelo o el vacío, pero he saltado con todas mis fuerzas y ahora solo queda agitar los brazos y esperar que funcione.

Aun me quedan 14 días para saborear cada rincón, y cada corrillo. 14 Dias de blog por delante.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Algo más que palabras



Hoy ha llegado a sastrería Algo más que palabras, el libro de Jose Luís Perales, de la mano de Carmen. Las máquinas de coser han cantado melodías antiguas, delicadas, y la melancolía se nos ha pegado a las suelas de los zapatos. Vivimos tiempos raros, y la sensibilidad de todas está a flor de piel.

Los días pasan entre pruebas de vestuario, risas y cotilleos. La mesa de corte se ha convertido en el confidente silencioso de todas y cada una de nosotras, que contamos unos problemas y callamos otros. Sin habernos dado cuenta hemos creado una familia, lazo a lazo, que no sabemos si tendremos que romper pronto. Y cosiendo y cantando vuela el tiempo.

Me siento feliz y agradecida por vivir los tiempos de cambio en un lugar como éste, rodeada de esta gente tan maravillosa.

¡Diarios de sastrería vuelve a la carga!





 

martes, 8 de octubre de 2013

Entramos a Bloglovin!

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miércoles, 2 de octubre de 2013

El vasito temático



Hemos pasado las 2000 visitas y estamos felices. ¿pero por qué nos lee la gente? Las opiniones aquí son variopintas. Unas dicen que tiene mucho morbo hablar de las interioridades de la tele. Otras dicen que es la forma de contarlo. Lo que jamás llegaron a imaginar era que una periodista frustrada y camuflada como almacenera podría intentar retransmitir la vida de la sastrería.

¿Y cómo elegir el tema? Con éste método fácil, económico y ecológico. Los ingredientes son un vasito vacío de yogurt de los almuerzos de Paz, trocitos de papel y mucha imaginación: el azar se encargará del resto. Hay que ir alimentándolo con nuevos temas cada día porque si no es fácil caer en el ¿qué contamos hoy? Todo es susceptible de ser un titular.

Gracias por leernos :)





martes, 1 de octubre de 2013

Arrancar un programa nuevo: El almacén de Top Chef







Cuando nace un programa todo son prisas e incertidumbres. Lo primero es decidir quién presentará el programa, de que tratará y en qué franja horaria se emitirá. Se estructuran los equipos, se hacen las peticiones de maquillaje, peluquería, estilismo, personal, de estudio, se diseñan los decorados y se escriben y reescriben los guiones. Estos días nos encontramos arrancando El Almacén de Top Chef, con Paula Vázquez, que se emitirá mañana miércoles por la noche.
 
En función del presentador, el tema a tratar y la hora de emisión se define una línea de estilo sobre la cual las estilistas van a trabajar. Además tienen que tener en cuenta el color del decorado para que vestuario y fondo no se empasten. Buscarán ropa en las tiendas, pedirán cesiones, mezclarán las prendas y confeccionarán looks que serán fotografiados y aprobados por la dirección de imagen de la cadena. De todos los cambios que se prueban solo algunos pasan el corte. Después las sastras arreglarán cada prenda para que siente como un guante.Todo tiene que salir perfecto.
 
Los programas en directo tienen un plus de dificultad porque, al no haber cortes, cualquier fallo puede ser carne de zapping para siempre jamás. Por ello es frecuente hacer ensayos para controlar el timing, ver la realización, modificar partes del guión o practicar cosas complicadas. Ésto, en los programas de cocina, es aún más importante. También se prueba el vestuario por camara para ver si funciona o si hace moiré.
 
El día de emisión el equipo viene unas horas antes para prepararlo todo antes del directo. Las luces, las cámaras, el atrezzo... todo tiene que estar prevenido y sincronizado para que el programa discurra sin ningún incidente. Por supuesto tiene que haber una sastra por si el vestuario elegido se mancha, se arruga, se descose o se rompe. A veces ocurre. ¿Y quién repite con Paula Vazquez? Si, Prado, la archiconocida sastra de las campanadas.
 
Al día siguiente todos los que han participado en la elaboración del programa están pendientes de las cifras de audiencia. Una buen dato significa trabajo para muchas personas. Detrás de cada minuto de televisión hay cientos de horas de trabajo de muchas personas distintas: personal de producción, de realización, de dirección, cámaras, maquilladores, peluqueros, sastras, estilistas, administradores, iluminadores, atrezzistas, sonidistas, guionistas, redactores...
 
Mañana ¡todos pendientes del programa!

viernes, 13 de septiembre de 2013

La becaria superviviente


La entrada de hoy la escribe Paloma Tapia-Ruano. Hoy se despide de nosotras después de tres intensos meses de prácticas y un gran trabajo. ¡Te echaremos de menos! ¡Vuelve pronto!

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Nunca se me han dado bien las palabras, y a veces escribirlas aun menos, pero creo que esta vez hare una excepción porque estos tres meses que he pasado en sastrería han sido una autentica aventura.

Yo llevaba ya tiempo buscándolo (y cuando digo tiempo me refiero a que empecé en enero de 2013 a pedir las practicas en A3) y todo hay que decirlo tenía muchísimas ganas sobre todo porque el mundo de la TV siempre me ha gustado, en parte por culpa de mi padre que desde ya pequeñita me llevaba a las series y me enseñaba el plató, y yo siempre me quedaba maravillada con todo lo que hay detrás y que la gente no sabe.

Cuando por fin mi directora me confirmó que me llamarían yo no me lo podía creer, para aquellos que piensen que pobrecilla va a hacer unas prácticas, tengo que decirlo es la primera vez que trabajo y estaba lo que se dice ENTUSIASMADA.

Un día por fin me llamó Alicia, y aunque no la conocía, por la voz me alegré un montón, pensé “joe que chica más maja”. Según se acercaba el día yo me iba poniendo cada vez más nerviosa: primer trabajo, primeras impresiones… No sabes realmente como vas a caer a la gente, si la vas a cagar mucho o yo que se… pero estaba realmente asustada y no me enteraba de nada.

 Mi horario en sastrería era de 9:30- 13:30, pero por los nervios no me enteré y llegue a las 8:00 am, y claro, aquí empieza todo. La nueva que no se entera... Los de seguridad no me dejaban entrar, todo maravilloso. Y a los cinco minutos vino a recogerme una tal Paz. Me sorprendió mucho porque como ya he dicho nunca sabes cómo serán las primeras impresiones. Ella me hizo sentirme cómoda, me animaba y claro también me vacilaba con lo de “la culpa es de la becaria”, que si no te lo dicen: malo.

 De Paz creo que ha sido una de las personas de la que más he aprendido en estos tres meses. Vamos, he aprendido mas aquí que en mis tres años en Diseño. Carmen es la sastra de Espejo Público, fue otra de las personas que me hizo sentirme como si todos fuésemos una GRAN FAMILIA. Con ella me lo he pasado muy bien: me llevaba a curiosear y a conocer a la gente. Ella me llevó a conocer a todo famosillo, y gracias a ella tengo mi fotillo con Antonio Banderas, y mira yo de lo más contenta. Beni es la sastra de La ruleta, tiene una energía que contagia, entre música y aventura. He pasado días conociéndola, quizás no lo suficiente pero es de esas personas que te alegras conocer.

Pero no es solo de ella de quien he aprendido, cuando llegué también conocí a Cristina y a MªJosé. Conocía el trabajo de las estilistas, pero verlas en acción es impresionante. Creo que todas las que hemos pasado por aquí nos hemos quedado impresionadas con el camerino que lleva Cristina, el de Susana Griso, y la realidad es que escuchar a Cristina hablar y preparar estilismos es impresionante: tiene unos conocimientos que ojalá muchas pudiesen aprender de ella. De MªJosé me quedaría corta con cualquier cosa: siento que confió en mí, me dejaba participar. Si se puede decir así, me dio alas cuando lo que tenía que hacer estaba limitado. Agradezco muchísimo lo que me dijo el día que se despidió de mi.

Pero bueno me estoy centrando mucho en agradecimientos y no en mi experiencia. A3 en verano es una locura: presentadores van, presentadores vienen, unos sustituyen, otros se van de vacaciones… Al final no sabes ni la ropa que tienes que sacar. El almacén que usamos a diario estaba relativamente ordenado, el otro era una autentica jungla hasta que entramos Diana y yo. Luego está la historia de codificar cartas de compra, que bueno, es otro mundo y otra locura más. Añadamos que es lógico que sastras y estilistas se cojan vacaciones, y es aquí cuando entra Patri. Para mi ella era el mito porque nunca supe si la conocería o no pero dió la casualidad que si, y estuve con ella un mesecito. Fue el mes más divertido (y tranquilo) de mi estancia aquí. Pasábamos las mañanas contando anécdotas, riéndonos, buscando ropa, también haciéndola y conociendo parte de la historia de A3. Para mi Patri es la caña.

Y luego vino Sandra. Acababa de ser mami y MªJosé estaba haciendo su sustitución pero cuando la vi no sabía quién era y la confundí con una presentadora. Con ella conecté desde el primer momento. Nos volvíamos juntas a casa y esa vuelta era sesión de hablar de mil cosas. Cuando la tenía que dejar sentíamos que nos quedábamos siempre a mitad de nuestras historias: las horas se nos hacían minutos cuando hablábamos. No sé si leerá esto pero espero que la lista de películas que la pase se las vea. J

Pero bueno, tengo que despedirme de Alicia, la que escribe a diario este blog. Ella era mi jefa, la que me decía que hacer, la que se desesperaba conmigo, la que me llamó, la que me animo en algunos altibajos. La eché realmente de menos cuando estuvo de baja, principalmente porque desde que se fue se me vino el gran follón encima con mi otra compi Diana (es la leche de chica), conversaciones de música indie, de festivales, mil historias. Es un amor, y de las personas más fuertes que he conocido nunca.

Creo que mas que mi historia en sastrería de A3 es una carta de despedida, o como ellas me dicen un: “Hasta pronto Paloma”. Adiós a mi cola-cao durante la temporada de La ruleta.

Aquí me despido, solo digo una cosa, aunque para muchas este trabajo no fuese lo que se esperaba de cualquier cosa se puede aprender, de todo se consigue experiencia.

Gracias Sastrería. Gracias familia… vosotras habéis sido el inicio de mi aventura.

 


jueves, 12 de septiembre de 2013

Vuelta al cole



Septiembre. Mes de aterrizaje forzoso, de sobredosis de realidad. Te desperezas y poco a poco se desprenden los modos estivales, las comilonas, el dormir, los paseos, el sol, el tiempo libre. Cuando te quieres dar cuenta vuelves a estar sentada frente a la voraz pantalla del ordenador, y aquellos marrones de los que te quisiste deshacer en julio te esperan en la puerta para recibirte haciéndote la ola.
 
En la tele septiembre también es un mes de cambio. Nuevos fichajes para vestir, nuevos decorados, fotos de prensa para presentar la nueva temporada... Se marchan de las pantallas los colores vivos, los vestidos sin mangas, los tejidos finos, y son reemplazados poco a poco por aquellas prendas que olvidamos en marzo. Vuelve la lana, el punto, el granate y el gris. Vuelve el mundo a su rutina y cada mochuelo a su olivo.
 
Después de las vacaciones queda ese tiempo para el reajuste y recordamos poco a poco dónde estaba la ropa de cada quién, y las manías de unos y otros. Las becarias (nuevas y antiguas) se han quedado guardando mi sitio, enfrentándose a todos los imprevistos con un tesón y capacidad resolutiva increíbles. Se ríen cuando les digo que se me ha olvidado la contraseña del ordenador pero dicen que no les extraña. Nada como una desconexión total.
 
Tras los primeros días parece que no te hayas ido nunca. Las mesas ya no te parecen más bajas, y vas cogiendo el ritmo y llenando el cuaderno de tareas que nunca acaban. Vuelven las bolsas llenas de ropa, los arreglos, las prisas y las risas al rededor de la mesa de corte. Sastrería está llena de ropa y gente, en su salsa. En los pasillos de Antena resuenan los reencuentros.
Da gusto volver a ésta casa.

miércoles, 10 de julio de 2013

Desastrería


 
¿Recordáis la entrada anterior en la que aparecía una muñeca, una revista de viajes y un microondas? Bien, tengo que comunicaros algo. El microondas ha muerto. La autopsia declaraba la indigestión de un pan carbonizado como la principal causa de la muerte. A partir de este momento ningún otro microondas volverá a ocupar su lugar en la mesita de comer: hemos sido destinadas a la salita de descanso de maquillaje.

Aún no os he dado un dato importante sobre este lugar tan especial: sastrería tiende al caos. Sus burros siempre tienen más ropa de la que pueden soportar y las prendas no se pueden mover. Siempre faltan las perchas que necesitas, y el burro que elijas siempre estará torcido o sin ruedas. Un espacio mogollónico en el que, por fortuna, hay entes que tienden a buscar el orden.

Cada cierto tiempo el almacén sufre una sacudida de aire fresco y renovación. Se descartan prendas poco versátiles, muy marcadas o antiguas y se indultan algunas otras por gusto personal. El objetivo es buscar espacio, el bien más preciado en sastrería. Es entonces cuando encuentras las  grandes glorias de la tele: vestidos antiguos, disfraces, prendas especiales…

El objetivo fundamental de estos envites es el fondo. Si, señores, en el almacén de vestuario todo está dividido por presentadores, pero tenemos un preciado espacio que dedicamos a la ropa que ha sido descartada o cuyos presentadores ya no salen en pantalla y que nos saca de más de un apuro. Este espacio es el fondo de vestuario y está clasificado por tallas, tipos de prenda y color. De él se visten los reporteros que vienen derrapando, las azafatas sin presupuesto y los programas pequeños.

Aparece un día por la puerta de sastrería cualquier productor y te pide cualquier cosa imaginable. ¿Tenéis polos azules de la talla XL? ¿Tenéis ropa de esquí? ¿Tenéis un bañador amarillo de señora? ¿Botargas? ¿Coquillas? ¿Botas de campo? ¿Abrigos? ¿Un traje de árbitro? ¿Un disfraz de chica de los ochenta? A veces tenemos y otras veces no.  En ocasiones las estilistas tienen que salir corriendo a buscar las peticiones a las tiendas y otras son las sastras quienes deben inventarlo de la nada, confeccionándolas desde las telas. Por eso iremos colgando algunas fotos de las grandes glorias del almacén de Antena 3.

 
Os presento a Trancas y Barrancas, del Hormiguero. Cuando éste programa comenzó a producirse en Antena 3 nos pidieron que los hiciéramos para acoplarlos a las cabezas de Romina Belluscio y Roberto Leal para un sketch. Este fue el resultado de la dedicación de María Jesús, la sastra que los confeccionó. Una pista: quienes están bajo las cabezas moradas no son ninguno de los dos.

Espero que os guste

Mitomanía


Era mi tercer día en la tele. Salí a la calle para poder hablar con mi madre por teléfono cuando siento que me tocan en el hombro.

-          Perdona. ¿Sabes por dónde se sale de aquí?

Me giro y veo a Bibi Andersen y Rossy de Palma. Me quedo de plástico.

-          Eh, bueno, soy nueva así que no tengo mucha idea, pero creo que es por allí.
Desde entonces asumí que lo de ver famosos aleatoriamente era algo que va implícito con trabajar en Antena 3. Observando a mis compañeras me di cuenta que para parecer profesional es necesario actuar con mucha naturalidad, como si no pasara nada. Por suerte nunca he sido demasiado mitómana así que es bastante fácil. La mayor parte de las veces.

Estudié Comunicación Audiovisual y Periodismo, por lo que hay ciertas celebrities que son mitos para mí como Susanna Griso, Carlos Sobera, Antonio Lobato, Jordi Évole, Ana Pastor, el grandísimo Matías Prats. Son ese tipo de personas que cuando ves en casa piensas: si lo tuviera enfrente le diría que es la pera, que me encantan sus entrevistas, que hace un gran trabajo, que soy super fans. Sin embargo cuando te los cruzas por los pasillos te haces pequeñita y por muchas ganas que tuvieras de interrumpir su vida para hablar con ellos te sientes ridícula porque no tienes mucho más que decir que eso, que eres super fans,  una believer de la tele.

Cuando sale la conversación de que trabajas en la tele te hacen siempre las mismas preguntas. ¿Pero tú qué es lo que haces exactamente? ¿La ropa de los presentadores es suya? ¿Es majo Matías Prats? ¿Y Jorge Fernández? ¿Es verdad que la tele engorda tanto? Ellos piensan que estás todo el día codeándote con la creme de la creme, que conoces las interioridades del mundillo, pero en realidad estás sentada en un escritorio con tus ordenadores, pasando códigos como una cajera de supermercado y dedicándote a solucionar todos los tinglaos que montan otros. Eres la tipa del almacén, así que unas cosas las respondes de primera mano y otras de oídas.

Interrogas a tus compañeras sobre qué tal es trabajar con Pepito o con Juanita y cada una tiene una historia diferente y muy personal. Te hablan de la galantería de unos, de los malos humos de otros, de la profesionalidad o la humildad. Pero ahora eres una más en la tele y a tí también te tocará tratar a veces con algunos de ellos. 

Un día estás desayunando y aparece por sastrería sonriente Jordi Évole en busca de una camiseta para una promo. Se te atragantan los krispies pero sonríes y te vas a buscarla. Piensas en decirle: hola, soy periodista y me encanta tu trabajo, sácame de aquí. Pero no lo haces porque ahora eres una profesional del departamento de estilismo y ellas no hacen esas cosas.


Y de repente un día saliendo del trabajo te encuentras con unas niñas histericas que te preguntan cuándo sale
Luis Fernandez, un nombre que no está en tu radar. Las niñas, atónitas, no se creen que no sepas quién es así que piensan que intentas engañarlas. ¿Cómo no vas a saber quién es?
Mitomanía modo off.

sábado, 6 de julio de 2013

Sastreria no tiene ventanas




De las paredes de sastrería cuelgan fotografías de lugares hermosos y lejanos. Una playa, un picnic, una arboleda, montañas, el mar, contrastando con las blancas paredes alumbradas por luces fluorescentes. Sastrería no tiene ventanas.

Hace años mis compañeras gozaban de un lugar amplio y luminoso. El almacén de vestuario no tenía fin y dicen que podías encontrar cualquier cosa que necesitases en su amplia sección de disfraces: Elvis, reyes magos, princesas, charlestón... Las estilistas tenían un despacho con un ordenador para cada una y ficheros con sus papeles. La luz natural entraba a través de grandes ventanales. Había plantas en macetas y ceniceros en las máquinas de coser. Había espacio.

Con el traslado al nuevo lugar quedaron horrorizadas: era tan pequeño que sólo cabían la mesa de corte y la plancha. Las estilistas dejaron de tener despacho y comenzaron a compartir un solo ordenador. Redujeron el almacén a una cuarta parte y se deshicieron de rollos de tela y disfraces. Desaparecieron los ceniceros. El espacio estaba tan aprovechado que parecía una casa muestra de Ikea, repleta de cajones y habitáculos para guardar cosas. Se sintieron desterradas y olvidadas en el último rincón tras el premontaje del uno.

Poco a poco el espacio fue cobrando vida. Pusimos carteles y fotografías, plantamos un hueso de aguacate y lo retamos a crecer bajo la luz artificial y a sobrevivir a los envites del bolso de Patri. Llenamos las paredes de símbolos de Reiki buscando armonía. Escudriñamos las revistas antiguas buscando cualquier lugar donde nos gustaría estar y nacieron las fachadas floridas y los veranos caribeños.
 

La sastrería se transformó y se hizo nuestra, de todas aquellas que habíamos dedicado un momento a construir un espacio mejor. Nos descubrimos un buen día comiendo patatas fritas y despidiendo a la primera de nosotras que se iba de vacaciones. No se está tan mal aquí, pensamos, y continuamos contandonos nuestros planes de verano entre risas y paisajes.

Felices vacaciones, Patri.

miércoles, 3 de julio de 2013

El increible truco de mezclar contrarios


Todos tenemos inseguridades a la hora de vestirnos para un evento: unas veces nos arreglamos muy poco y otras veces caemos en el temido BBC (bodas, bautizos y comuniones). ¿Quieres ir ideal pero no hecho un árbol de navidad? Te enseñamos un truco que simplificará inmensamente tu vida. Mezcla contrarios.

Mezcla masculino con femenino
Combinar prendas masculinas con femeninas en el mismo look te ayudará a tener rollo. Puedes quitarle una camisa al hombre que tengas más a mano y mezclarla con una falda de tul o un pantalón pitillo. Saquea su armario: lo oversize es tendencia y por fin tienes excusa.

 
 
Mezcla colores
A partir de hoy puedes comenzar a mezclar colores con mucha más libertad. Rosa con rojo, verde con azul, coral con morado...
 
 
 
 
Mezcla formal con informal
Quizás tengas en el armario alguna prenda que no te pones porque la reservas para una ocasión especial, para ir de punta en blanco. Ahora puedes sacarla a la calle si la rebajas con otra más informal. ¿Posibilidades? Una falda de lentejuelas con una sudadera, una blusa de seda con un short, una falda joya con una camisa vaquera. He aquí tres ejemplos.

 







 
 
Mezcla estampados
Para ser cool esta temporada debes mezclar estampados. Cuanto menos peguen, mejor, y si te preguntan por la calle solo debes remitirte a Vogue, la Biblia de la moda. Rayas con cuadros, flores con rayas, prints animales con estampados psicodélicos. Da igual: siéntete libre mezclando, desarrolla tu daltonismo.

 







 
Mezcla tejidos
Una variante más de este maravilloso truco es la mezcla de tejidos distintos. Cuanto más se note la diferencia, mucho mejor.

 






 
Ellos también mezclan
¡Los chicos también podéis mezclar! Probad camisetas informales debajo de las americanas, y combinadlas con un pantalón vaquero para darle un tono sport. Os dejamos una inspiradora foto de Jon Kortajarena para que vayáis cogiendo el aire.


 

Mezclad, queridos, mezclad. ¡Pero mandadnos fotos!

jueves, 27 de junio de 2013

Peticiones del oyente

Durante mis primeros días en sastrería el televisor siempre estaba encendido y con sonido. Las chicas discutían alrededor de la mesa de corte si era o no justa la condena de aquel, si creían que el invitado de turno decía la verdad, si la madre que lloraba a su hija en directo parecía destrozada o fría y por tanto culpable… Todo es debatible en sastrería, eso es una regla universal.
Yo venía de un lugar donde trabajábamos con música de fondo, con los roncanroles de Nacho, los hits de Estefi, los reggaetones de Alberto, los clasicazos de Luisón o las listas para cada ocasión de Dani.  Se conversaba de lo buena que estaba aquella o de viajes y aventuras pasados y venideros. Los días discurrían entre risas y videos de Youtube, y al marchar llevé conmigo parte de aquella alegría Videoreportera y de sus costumbres.
Llegar a Antena 3 y sentarte en tu puesto de trabajo. Frente a ti la pantalla de un ordenador. Sobre tu cabeza un televisor con esa incansable voz anunciando desgracias, recetas o paneles del espectador. Las chicas conversan de los niños, de operadas, de rencillas, de los buenos tiempos en la tele, de la crisis, del paro y de las externalizaciones. Otra generación, pensé, con otros problemas.
Empecé a poner música poco a poco y a pesar de la resistencia inicial acabaron por aficionarse. Pinché grandes éxitos de Led Zeppelin, de Deep Purple o Janis Joplin pensando que los 70 podían ser nuestra década en común, pero el experimento acabó cuando Janis fue comparada con un gato moribundo. Entonces nacieron las peticiones del oyente.
Sorprendidas por que pudiera sacar del ordenador cualquier canción que estuviera en sus mentes con solo canturrear un poco comenzaron a pedirme los temas de sus guateques. La música descubrió sus juventudes y sastrería se llenó de historias antiguas y recuerdos. Afloró la Carmen soñadora de Bob Dylan y Serrat, la Patri rockera de Los Burning y Springsteen o María Jesús y las canciones populares. Las había con gustos más actuales como Paz. Las había místicas como Bego. Las había melómanas como Beni. Las había fiesteras como Sagrario, a quien le valía cualquier cosa que se pudiera bailar.
Y me di cuenta de que en el fondo no eran ellas las marcianas si no yo, que había aterrizado con mis 22 años, mis vestidos de flores y mi música antigua.  

miércoles, 26 de junio de 2013

Trucos de la tele: la presilla del sujetador


 
¿Alguna vez has visto como se te sale el tirante del sujetador y te arruina el look? ¿sabes por qué a las presentadoras no les pasa eso? Por este sencillo truco.
 
 
Con una cinta, un par de automáticos y unos minutillos puedes solucionarlo. Es especialmente útil para los cuellos tipo barco, muy pronunciados.

¿Te animas?

martes, 25 de junio de 2013

Cuando la becaria se va

A la izq. Raquel, la becaria que se marcha.
A la dcha. Paloma, la becaria que llega.
 
 
Ana, Ester, Cristina, Clara, María, Diana, Alicia, Lucía, Patricia, Raquel, Paloma… Por aquí ha pasado una ristra de becarias de todos los tipos y colores, de todas las escuelas de moda e imagen de Madrid, de todos los puntos de España.
Todas comparten la misma ilusión inicial, las mismas ganas, la misma fascinación por el mundo de la tele. Llegan y todos los platós les parecen pequeños,  se sonrojan cuando se cruzan con Jorge Fernández por los pasillos.  Unas quieren dedicarse al estilismo, otras ser diseñadoras o coolhunter. Las hay incluso que quieren dedicarse a la asesoría de imagen o el maquillaje. Y un buen día aterrizan aquí, con su mejor ropa y su mayor sonrisa.
Vas a buscarlas a la puerta de Antena y las guías a través de los laberínticos pasillos de camino a sastrería. Entonces les dices “tus prácticas se van a desarrollar sobre todo aquí, en el almacén de vestuario, conmigo”. Y observas como se les tuerce el gesto aunque siguen sonriendo. El almacén no tiene mucho glamour, lo sé, “pero si tienes los ojos bien abiertos, en sastrería podrás aprender tanto como te propongas”.
Es irónico tener una becaria cuando tu edad dista muy poco de la suya, pero te acabas acostumbrando. Creas una rutina para facilitaros la vida, haces planos de la distribución de la ropa y un cuadro con la distribución de los presentadores.  Insistes en la importancia de colocar cada cosa en el lugar correspondiente.  Intentas ir poco a poco con el programa de gestión de almacén para que no se aturullen. Pero el primer día siempre se agobian y se quieren llevar los apuntes a casa para estudiarlos.
Chill out, pongamos música para relajar. “¿Y tú qué escuchas?”. La respuesta es definitoria de cada una de ellas: reggaetón, bakalao, música comercial, y aquellas grandes sesiones musicales patrocinadas por Diana. Las hay incluso que afirman no escuchar nada más que los 40 principales. Pero todas coinciden que con música se trabaja mejor. Te las llevas por Antena y les haces la tournée. Visitas el plató de La Ruleta y el de Espejo Público. Se quedan fascinadas con los camerinos de los presentadores, con el plató de informativos y con lo gigantesco de Antena 3. Te dicen que parece una ciudad. Sonríes porque sabes que, en realidad, no les has enseñado ni una octava parte.
Con el tiempo los burros dejan de vivir en el caos y comienzan a tener la ropa que les corresponde. Acaban desentrañando los secretos del ordenador  y actúan con normalidad cuando ven un famoso. Dejan de tener miedo a coger el teléfono y salen a los pasillos a repartir la ropa a los camerinos y famosear. Aprenden, maduran, se hacen a la vida de sastrería. Vives con ellas el estrés de sus exámenes, sus tutorías inoportunas, sus trabajos finales. Intentas que recuerden con cariño la época en la que trabajaron aquí, facilitándoles la vida siempre que está en tu mano.
Y entonces se van. Recibes la noticia con una mezcla entre tristeza y esperanza. Les deseas lo mejor de corazón. Esperas que su talento sea apreciado allá afuera y que encuentren un lugar donde poder desarrollarlo. Quieres que sean fuertes, que luchen, que tengan una vida laboral digna: esa vida que ningún joven tenemos comprada por más formados que estemos.
Y entonces te pasan el currículum con el nombre de una nueva becaria, que aún no te dice nada. Vas a buscarla a la puerta y la guías por los laberínticos pasillos de Antena.  Viene con su mejor sonrisa. Antena le parece enorme, como una ciudad. Sonríes.

lunes, 24 de junio de 2013

Moiré: el enemigo invisible

El moiré (lease muaré) es un efecto óptico que complica sobremanera la vida de las estilistas. Según la santa Wikipedia es “un patrón de interferencia que se forma cuando se superponen dos rejillas de líneas con un cierto ángulo, o cuando tales rejillas tienen tamaños ligeramente diferentes.” Vamos, esto.
 
 
La expresión procede de una clase de seda que producía este efecto por la estructura de su composición. Generalmente no se aprecia a simple vista pero sí a través de la pantalla. Podemos hacer un experimento a través del visor de una cámara enfocando una prenda u otra pantalla.
Se produce con estampados pequeños, rayas finas o tejidos con tramas muy visibles. Generalmente se prueba por cámara antes de poner la prenda, pero como depende tanto de la calibración de la cámara y la luz del momento algunas veces se nos cuela. El moiré puede estar acechando tras la prenda más inofensiva.
Cuando aparece algún presentador con una prenda que hace moiré todo el mundo te lo hace notar, generalmente demasiado tarde: el cámara, el de sonido, la de maquillaje, el presentador, la que está viendo la tele y sabe lo que es. ¿Y qué haces después con esa prenda? La destierras al fondo del almacén donde probablemente otra ilusa la rescate y vuelva a iniciarse el ciclo.

Una estilista frente a un espejo moviendo la prenda y entornando los ojos con un gesto extraño está simplemente intentando identificarlo. Las prendas sospechosas se acumulan durante unos días hasta que una enviada especial (o corresponsal de guerra, depende del día) las reúne todas y se sube al plató de informativos a pedir esa prueba de cámara.
¿Y por qué es considerado un enemigo? Porque una vez que aparece en pantalla no puedes dejar de mirarlo. Su efecto hipnótico hace que dejes de prestar atención a las palabras del presentador y solo veas moiré, moiré de moiré con moiré.
 
 

viernes, 21 de junio de 2013

El carrito demodé


 
Había una vez un carrito precioso que vivía en la puerta de sastrería. Su estructura pintada de blanco se había descascarillado con el tiempo y ahora parecía un pobre cacharro abandonado. Sin embargo aún lucía un vistoso raso azul con unos lazos que conformaban una preciosa cesta contenedora.

Él no recordaba cómo había llegado hasta allí pero tenía claro que ahora era un objeto demodé. El único objetivo de su vida era ayudar a estilistas y sobre todo a sastras (su gran debilidad) a transportar ropa y zapatos de un lugar a otro. Durante su vida había recibido varios nombres: el papamóvil, el sastramovil, el carrito de los helados Sin embargo hacía ya un año que apenas salía a recorrer los pasillos de Antena 3.

Recordaba una sastra que lo quiso de verdad. Por las mañanas lo subía a la mesa y cuidadosamente retiraba los hilos enganchados de sus ruedas. Después lavaba la cesta de raso y se la volvía a poner con esmero. Lo paseaba por todas partes e incluso, a veces, le dejaba pasar la noche en algún camerino. Era lo primero que recogía por la mañana y se enfadaba mucho si otra sastra se lo quitaba. Algunas se peleaban por él, pero cuando esta sastra se fue la vida del carrito cambió.

De las cuatro que quedaron tan solo había una que lo usaba. Las otras decían que parecía un carrito de feria, que le faltaban las luces y el espumillón. Alguna, incluso, se negó absolutamente a ser vista con semejante aparato. Y era verdad que llamaba la atención, eso no se puede negar.  Por lo que le había parecido entender escuchando las innumerables conversaciones que inspiró, ser visto con él significaba algo así como degradar la profesión de quien lo llevara.

Y entonces fue cuando se dio cuenta de que el problema no era suyo si no de las sastras. En algún lugar de sus conciencias había un sentimiento de no ser suficientemente valoradas. Había una línea demasiado delgada entre lavar, planchar y coser la ropa de los demás y el servilismo. Por eso ellas intentaban destacar trabajando duro, haciendo grandes transformaciones en la ropa, siendo resolutivas y profesionales. Pero detestaban agacharse a atar zapatos delante de otras personas. Eso no es una sastra, decían, eso es un mayordomo.

Por eso el carrito decidió liberarse de aquella carga. No era un problema exclusivamente suyo el no ser valorado como debía. Dejó de añorar el pasado y comenzó a observar la vida del premontaje, a la gente que pasaba por allí con prisas y se preguntaba qué sería aquel aparato de raso azul.

jueves, 20 de junio de 2013

Probando, probando

MªJosé Sáez, presentadora del informativo matinal,
probando con Mª José, estilista


Desde fuera el oficio del estilismo parece de lo más sencillo. Vestimos a personas bien parecidas con una talla pequeña y a las que todo les sienta bien. Sin embargo eso se percibe gracias, también, al trabajo de vestuario.

La presentadora más guapa del momento no tiene por qué ser la más fácil de vestir. Puede ser muy alta y tener un talle demasiado largo para la ropa normal, o tener el pecho más grande de lo que le correspondería. Puede tener la cintura poco pronunciada, o estar muy delgada, o tener cartucheras. Al final son mujeres de verdad, preciosas pero reales, y que no difieren tanto de las mujeres normales.

El trabajo de la estilista es buscar la proporción en el cuerpo de la gente, sea de la talla que sea. Se tiende a poner colores más oscuros en la parte más ancha de forma que los más claros y vivos pronuncien la parte más pequeña, y se equilibren visualmente. La sastra va tomando arreglos durante la prueba para adaptar la prenda al cuerpo. Los entalles y los bajos de pantalón o falda están a la orden del día, pero otras veces tienen que vérselas con prendas para transformar por completo.

 
 
Las prendas demasiado sueltas o con pliegues no suelen favorecer demasiado en televisión ya que crean volúmenes innecesarios. Tampoco es muy recomendable ir demasiado ajustado por las marcas poco favorecedoras que se generan al sentarse.  Los presentadores deben estar pendientes de su postura frente a la cámara, procurando estar siempre derechos.

A diferencia de lo que ocurre en informativos, en los programas que duran varias horas entran en juego otros factores. Con un presentador que esté en movimiento se aprecia más la caída de la tela y la forma de las prendas. También hay que tener en cuenta los tejidos y buscar aquellos que no se arrugan y tienen buena calidad.

Y todo esto, debe ser conjugado con la moda, con los gustos personales de la presentadora, los presupuestos y la línea de imagen de la cadena: todo un reto.

miércoles, 19 de junio de 2013

¿Cuántos colores eres capaz de diferenciar?


Hablar el mismo idioma que tus compañeras de trabajo es importante. Durante los primeros días de me pidieron un cuerpo crudo y casi me da un telele. Días después descubrí que había cientos de nombres de colores y que parte de mi trabajo consistía en describir prendas. Entonces lanzaba la pregunta al aire.

- Chicas, ¿esto de qué color es?
 - Eso es verde azafata- dice una
 - ¿Cómo va a ser verde azafata? Existe el azul azafata, pero ¿el verde azafata? Si acaso sería petróleo- dice otra
 - ¿Entonces qué pongo? ¿Verde o azul?

Después de llevar un tiempo en estilismo mis amigos desarrollaron un nuevo divertimento a mi costa: preguntarme de qué color son las cosas, y reírse con las respuestas como si fueran un chiste.
Por eso hoy os propongo este juego. Tapad la parte derecha de la tabla que veréis más abajo e intentad identificar todos los colores que podáis. Os anticipo que esto es un tema de polémica en sastrería. Más abajo encontraréis los resultados a este test superpopero.

Vamos allá

1   HIELO
2   GRIS PLOMO
3   GRIS MARENGO
4   TOPO
5   CAQUI
6   SALMON
7   CORAL
8   BURDEOS
9   VINO
10   LILA
11   MALVA
12   VIOLETA
13   MORADO
14   TABACO
15   CAMEL
16   PISTACHO
17   VERDE HOJA
18   VERDE MENTA
19   MOSTAZA
20   VERDE AGUA
21   PETRÓLEO
22   MARINO
23   AZUL KLEIN
24   TURQUESA
25   CELESTE
26   BERENJENA
27   FUXIA
28   VAINILLA
29   CRUDO
30   NUDE
 

RESULTADOS

De 0 a 10 aciertos- El descastado de la moda
Eres completamente ajeno al mundo de la moda, un descastado, un nerdy, estas completamente out. Vamos, como yo al principio. Menos mal que gracias a este blog podrás aprender mucho sobre estos temas, o al menos a aparentarlo para poder pasar desapercibido en una conversación de fashionistas. Esta tabla debe ser un must en tu vida y deberías utilizar estos términos cada vez que te acuerdes. Veras que risas. 

De 10 a 20 aciertos- más allá del clarito y oscuro
Tienes un buen nivel de reconocimiento colorimétrico y no hubieras caído en el rito de iniciación del cuerpo crudo. Felicidades. Pero aun te queda mucho por aprender, pequeño padawan. Te recomiendo que sigas regularmente este blog para que puedas ampliar tus conocimientos y acabes siendo una preciosa flor de tweed.


De 20 a 30 aciertos- PANTONE-MAN
Hay dos posibilidades. La primera es que seas un crack absoluto. Te sugiero que pruebes con el catálogo de PANTONE y si eres capaz de ponerle nombre a todos, deberías ir a ver a Sobera al programa de Los Increíbles y llamar después a los de los record Guiness. Te auguro un futuro prometedor.
La segunda posibilidad es que seas un compañero de profesión y estés leyendo este blog. Has jugado con ventaja y has discutido sobre el tono y el acierto de los colores de la tabla. Añadirías bastantes más colores, o cambiarías el nombre de los que están. Tu también eres bienvenido a este blog e invitado a leerlo siempre que te apetezca, ¡aunque sea para criticarlo!