viernes, 13 de septiembre de 2013

La becaria superviviente


La entrada de hoy la escribe Paloma Tapia-Ruano. Hoy se despide de nosotras después de tres intensos meses de prácticas y un gran trabajo. ¡Te echaremos de menos! ¡Vuelve pronto!

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Nunca se me han dado bien las palabras, y a veces escribirlas aun menos, pero creo que esta vez hare una excepción porque estos tres meses que he pasado en sastrería han sido una autentica aventura.

Yo llevaba ya tiempo buscándolo (y cuando digo tiempo me refiero a que empecé en enero de 2013 a pedir las practicas en A3) y todo hay que decirlo tenía muchísimas ganas sobre todo porque el mundo de la TV siempre me ha gustado, en parte por culpa de mi padre que desde ya pequeñita me llevaba a las series y me enseñaba el plató, y yo siempre me quedaba maravillada con todo lo que hay detrás y que la gente no sabe.

Cuando por fin mi directora me confirmó que me llamarían yo no me lo podía creer, para aquellos que piensen que pobrecilla va a hacer unas prácticas, tengo que decirlo es la primera vez que trabajo y estaba lo que se dice ENTUSIASMADA.

Un día por fin me llamó Alicia, y aunque no la conocía, por la voz me alegré un montón, pensé “joe que chica más maja”. Según se acercaba el día yo me iba poniendo cada vez más nerviosa: primer trabajo, primeras impresiones… No sabes realmente como vas a caer a la gente, si la vas a cagar mucho o yo que se… pero estaba realmente asustada y no me enteraba de nada.

 Mi horario en sastrería era de 9:30- 13:30, pero por los nervios no me enteré y llegue a las 8:00 am, y claro, aquí empieza todo. La nueva que no se entera... Los de seguridad no me dejaban entrar, todo maravilloso. Y a los cinco minutos vino a recogerme una tal Paz. Me sorprendió mucho porque como ya he dicho nunca sabes cómo serán las primeras impresiones. Ella me hizo sentirme cómoda, me animaba y claro también me vacilaba con lo de “la culpa es de la becaria”, que si no te lo dicen: malo.

 De Paz creo que ha sido una de las personas de la que más he aprendido en estos tres meses. Vamos, he aprendido mas aquí que en mis tres años en Diseño. Carmen es la sastra de Espejo Público, fue otra de las personas que me hizo sentirme como si todos fuésemos una GRAN FAMILIA. Con ella me lo he pasado muy bien: me llevaba a curiosear y a conocer a la gente. Ella me llevó a conocer a todo famosillo, y gracias a ella tengo mi fotillo con Antonio Banderas, y mira yo de lo más contenta. Beni es la sastra de La ruleta, tiene una energía que contagia, entre música y aventura. He pasado días conociéndola, quizás no lo suficiente pero es de esas personas que te alegras conocer.

Pero no es solo de ella de quien he aprendido, cuando llegué también conocí a Cristina y a MªJosé. Conocía el trabajo de las estilistas, pero verlas en acción es impresionante. Creo que todas las que hemos pasado por aquí nos hemos quedado impresionadas con el camerino que lleva Cristina, el de Susana Griso, y la realidad es que escuchar a Cristina hablar y preparar estilismos es impresionante: tiene unos conocimientos que ojalá muchas pudiesen aprender de ella. De MªJosé me quedaría corta con cualquier cosa: siento que confió en mí, me dejaba participar. Si se puede decir así, me dio alas cuando lo que tenía que hacer estaba limitado. Agradezco muchísimo lo que me dijo el día que se despidió de mi.

Pero bueno me estoy centrando mucho en agradecimientos y no en mi experiencia. A3 en verano es una locura: presentadores van, presentadores vienen, unos sustituyen, otros se van de vacaciones… Al final no sabes ni la ropa que tienes que sacar. El almacén que usamos a diario estaba relativamente ordenado, el otro era una autentica jungla hasta que entramos Diana y yo. Luego está la historia de codificar cartas de compra, que bueno, es otro mundo y otra locura más. Añadamos que es lógico que sastras y estilistas se cojan vacaciones, y es aquí cuando entra Patri. Para mi ella era el mito porque nunca supe si la conocería o no pero dió la casualidad que si, y estuve con ella un mesecito. Fue el mes más divertido (y tranquilo) de mi estancia aquí. Pasábamos las mañanas contando anécdotas, riéndonos, buscando ropa, también haciéndola y conociendo parte de la historia de A3. Para mi Patri es la caña.

Y luego vino Sandra. Acababa de ser mami y MªJosé estaba haciendo su sustitución pero cuando la vi no sabía quién era y la confundí con una presentadora. Con ella conecté desde el primer momento. Nos volvíamos juntas a casa y esa vuelta era sesión de hablar de mil cosas. Cuando la tenía que dejar sentíamos que nos quedábamos siempre a mitad de nuestras historias: las horas se nos hacían minutos cuando hablábamos. No sé si leerá esto pero espero que la lista de películas que la pase se las vea. J

Pero bueno, tengo que despedirme de Alicia, la que escribe a diario este blog. Ella era mi jefa, la que me decía que hacer, la que se desesperaba conmigo, la que me llamó, la que me animo en algunos altibajos. La eché realmente de menos cuando estuvo de baja, principalmente porque desde que se fue se me vino el gran follón encima con mi otra compi Diana (es la leche de chica), conversaciones de música indie, de festivales, mil historias. Es un amor, y de las personas más fuertes que he conocido nunca.

Creo que mas que mi historia en sastrería de A3 es una carta de despedida, o como ellas me dicen un: “Hasta pronto Paloma”. Adiós a mi cola-cao durante la temporada de La ruleta.

Aquí me despido, solo digo una cosa, aunque para muchas este trabajo no fuese lo que se esperaba de cualquier cosa se puede aprender, de todo se consigue experiencia.

Gracias Sastrería. Gracias familia… vosotras habéis sido el inicio de mi aventura.

 


jueves, 12 de septiembre de 2013

Vuelta al cole



Septiembre. Mes de aterrizaje forzoso, de sobredosis de realidad. Te desperezas y poco a poco se desprenden los modos estivales, las comilonas, el dormir, los paseos, el sol, el tiempo libre. Cuando te quieres dar cuenta vuelves a estar sentada frente a la voraz pantalla del ordenador, y aquellos marrones de los que te quisiste deshacer en julio te esperan en la puerta para recibirte haciéndote la ola.
 
En la tele septiembre también es un mes de cambio. Nuevos fichajes para vestir, nuevos decorados, fotos de prensa para presentar la nueva temporada... Se marchan de las pantallas los colores vivos, los vestidos sin mangas, los tejidos finos, y son reemplazados poco a poco por aquellas prendas que olvidamos en marzo. Vuelve la lana, el punto, el granate y el gris. Vuelve el mundo a su rutina y cada mochuelo a su olivo.
 
Después de las vacaciones queda ese tiempo para el reajuste y recordamos poco a poco dónde estaba la ropa de cada quién, y las manías de unos y otros. Las becarias (nuevas y antiguas) se han quedado guardando mi sitio, enfrentándose a todos los imprevistos con un tesón y capacidad resolutiva increíbles. Se ríen cuando les digo que se me ha olvidado la contraseña del ordenador pero dicen que no les extraña. Nada como una desconexión total.
 
Tras los primeros días parece que no te hayas ido nunca. Las mesas ya no te parecen más bajas, y vas cogiendo el ritmo y llenando el cuaderno de tareas que nunca acaban. Vuelven las bolsas llenas de ropa, los arreglos, las prisas y las risas al rededor de la mesa de corte. Sastrería está llena de ropa y gente, en su salsa. En los pasillos de Antena resuenan los reencuentros.
Da gusto volver a ésta casa.